Por: Gabriela Jiménez Ramírez
(Caracas, 14 de diciembre de 2025).- La neblina se levanta en Gavidia y el frío de los Andes nos abraza, pero nada enfría el calor de nuestro corazón y de nuestra lucha.
Hoy es un día muy especial: comienza el 14º Ecofestival de la Papa Nativa, fiesta de nuestra soberanía alimentaria y nuestra identidad.
Estos años de trabajo, tejidos en el frío y el sol de los Andes, son la prueba viva de nuestra soberanía agroalimentaria. Este festival no nace por generación espontánea; es el fruto maduro de la organización campesina, de comunidades que decidieron defender su semilla, su saber y su destino.
Detrás de cada variedad de papa hay un ejercicio técnico profundo, un diálogo entre el conocimiento ancestral y la ciencia aplicada con amor a la tierra.
Honramos el trabajo silencioso que transforma un tubérculo en un acto de soberanía, y una comunidad en un bastión de paz. Esta es la verdadera cosecha que hoy compartimos.
Pero hoy, mientras celebramos la tierra, también celebro una vida.
Con el alma llena de colores y sabores, mi memoria viajó a otra época de lucha y esperanza. Encontré estas fotos de 2017, en la Asamblea Nacional Constituyente, al lado de un compañero de alma, de batalla y de sonrisa amplia: Lalo.
Estas imágenes viejas y bonitas son más que un recuerdo. Son la prueba de que somos semilla persistente. Que lo que construimos no es de un día, sino de años. Años de trabajo, de resistencia inquebrantable, de creer en la paz y en el poder soberano de nuestro pueblo.
Hoy, Lalo, en tu cumpleaños, quiero decirte esto frente a todos: Gracias. Gracias por tu mano firme, tu lealtad a la patria y tu amistad que resiste el tiempo. Celebrar tu vida es celebrar la Vida misma, con mayúscula. La que se planta, resiste las heladas, florece y da frutos para todos.
¡Feliz cumpleaños, compañero!
Que este día, entre papas nativas y memorias hermosas, nos recuerde que nuestra lucha es por la vida, la resistencia, la paz y la soberanía.





